Comunicado de gremios empresariales y organizaciones de la sociedad civil.

En la actualización de su evaluación sobre Paraguay, Standard & Poor’s ha mejorado la perspectiva de su calificación. Esto refleja los esfuerzos realizados por el gobierno para  preservar y consolidar los cimientos macroeconómicos construidos durante las últimas décadas, fruto también del trabajo de equipos técnicos idóneos y comprometidos, que han logrado trascender administraciones. Estos pasos resaltan el trabajo conjunto de los sectores público, privado y sociedad civil, subrayando el potencial de nuestro país para consolidarse como un destino confiable, competitivo y atractivo para las inversiones.

Esta mejora, muy auspiciosa, también nos recuerda que mantener y profundizar estos avances exige redoblar los esfuerzos. Es un voto de confianza que debe ser respaldado con acciones concretas y sostenidas, que incluyan el cumplimiento de las metas económicas trazadas, el fortalecimiento de nuestras instituciones y la garantía de transparencia, seguridad jurídica y estabilidad económica necesarias para alcanzar un crecimiento inclusivo y sostenible.

Es fundamental que el país continúe avanzando en la diversificación de su economía y en la ejecución de grandes proyectos de inversión estratégica, los cuales son esenciales para consolidar un desarrollo sostenible y competitivo a largo plazo.

Estos esfuerzos, combinados con una gestión fiscal prudente y un enfoque responsable en la reducción del endeudamiento permitirán consolidar el camino hacia mayores niveles de competitividad y crecimiento económico.

El fortalecimiento de la institucionalidad sigue siendo un aspecto crucial para generar confianza y credibilidad. Paraguay debe redoblar esfuerzos para combatir la corrupción y reducir impunidad con determinación, garantizar el respeto irrestricto de los derechos civiles y asegurar que cualquier intento de debilitamiento de las instituciones democráticas y del Estado de Derecho sea contenido mediante un funcionamiento efectivo de los frenos y contrapesos inherentes a la división de poderes.

Como país, hemos demostrado que es posible alcanzar altos estándares de desempeño en áreas específicas. Este progreso debe servir como modelo para extender estas buenas prácticas a otros ámbitos, más allá del económico y fiscal, con el objetivo de consolidar un desarrollo sostenible y competitivo en el corto y mediano plazo.

Hacemos un llamado a los sectores públicos, privados y sociedad civil, a trabajar de manera conjunta para proteger y ampliar estos logros. Este momento representa una oportunidad única para avanzar hacia un futuro más próspero, con instituciones fortalecidas, mayor previsibilidad para las inversiones y un compromiso firme con el bienestar y la prosperidad de las generaciones futuras.